viernes, 4 de agosto de 2017

SPIDER-MAN: HOMECOMING

Desde siempre Spider-Man ha sido mi superhéroe favorito, desde pequeño he coleccionado todo aquello que tenía que ver con el hombre araña: comics, juguetes, videojuegos, y como no, películas. Siempre que he tenido la ocasión he aprovechado para hablar del arácnido héroe, y a pesar de que llevaba tiempo sin la esperanza de ver una buena adaptación del trepamuros a la gran pantalla —y sobre todo después de "The Amazing Spider-Man" y su secuela— lo cierto es que su aparición en el Universo cinematográfico de Marvel me ha llamado mucho la atención.

Y no es para menos, Spider-Man sorprendió a todos en 2002 con una cinta que si bien era una interpretación algo libre del comic, consiguió aceptar con bastante éxito la manera de enfocar las películas de superhéroes en el cine, en un momento en el que género no pasaba por su mejor momento. La trilogía de Sam Raimi consiguió crear un precedente pero también unas expectativas que con el paso de los años, se volvieron en su contra. Tras casi una década con el superhéroe dando tumbos de aquí y allá de la mano de Sony Pictures, Peter Parker ha vuelto a la casa de las ideas de Marvel para hacer justicia a su legado.

La película arranca tras los hechos ocurridos en "Capitán América: Civil War", donde Peter Parker  (Tom Holland) empieza a ejercer su identidad como superhéroe. Despues de la experiencia junto a los Vengadores, Peter regresa a casa junto a su tía (Marisa Tomei), y bajo la supervisión de Tony Stark (Robert Downey Jr.) intenta mantener una vida normal como estudiante de secundaria mientras ejerce de justiciero por la ciudad sin mucho éxito hasta que se topa con los planes del Buitre (Michael Keaton) y con él, lo más importante de la vida de Peter se verá amenazado.

"Spider-Man Homecoming" funciona como una película de origen, pero Jon Watts ("Clown" o "Cop Car") lo consigue sin tener que recurrir a la historia historia del tio Ben o el Duende Verde que ya hemos visto en las dos anteriores entregas. Pues bien, aunque es una interpretación algo libre del cómic original lo cierto es que funciona bastante bien dentro del Universo Cinematográfico de Marvel, y aunque quizás el personaje llega algo tarde encaja dentro del marco de los Vengadores, sirve más de pretexto para introducir a Spider-Man que de clásica película de héroes y villanos convencional, y a pesar de todo, consigue centrar más el guión que las anteriores entregas.

Y eso es porque la película no pretende sorprender, sino simplemente engrasar todos los elementos necesarios para asentar unas bases de manera original, divertida y fiel a lo que el público espera del personaje. Es una cinta pequeña que muestra un Spider-Man más humilde que tiene que hacer frente a los típicos problemas de la adolescencia mientras madura como superhéroe y descubre que lo que importa no es tanto su traje como quien lo porta. Aquí los personajes tienen todo el protagonismo por encima de las escenas de acción, las explosiones o los efectos visuales.

Todo ello se consigue gracias a un Tom Holland totalmente entregado a su personaje, sabe exprimir la personalidad del trepamuros y lo hace de forma energética, viva y divertida; que consigue que veamos al mejor Peter Parker adaptado a la gran pantalla. Por otro lado, aunque esta rodeado de buenas interpretaciones, lo cierto es que el resto de secundarios quedan relegados, y es una pena porque despuntan por momentos, como por ejemplo Ironman, que pasa a tener un papel relevante en los anuncios promocionales pasa a ser una especie de figura moral y sucesor espiritual del tío Ben. 

Por no hablar de un Michael Keaton que pese a cumplir un rol bastante correcto, funciona más bien como excusa para que la película tenga sentido que como antagonista. Y es una pena, porque la película desaprovecha todo lo que plantea el personaje (los ricos hacen lo que les da la gana sin pensar las consecuencias de sus actos) porque es un tema demasiado adulto para una película adolescente, y da la sensación que los villanos funcionan por una lógica propia, y el resultado es demasiado sosegado.

Aunque es una película entretenida y con un guión diferente y llena de gags, lo cierto es que las escenas de acción dejan bastante que desear, y aunque entiendo que no es su principal propósito, ha perdido toda la epicidad que tenían las anteriores películas. Es como si se hubiera censurado, el filtro de Disney resultara demasiado evidente o simplemente que Spidey no sangra. Por no hablar de los bajones de ritmo y el ya clásico desenfreno en las escenas de acción que se acentúa sobre todo en el última escena contra el Buitre, se pierde todo el equilibrio en el momento que tendría que ser el mayor cliffhanger de la película. 

A pesar de todo, el trabajo de Salvatore Totino ("Inferno", "Ángeles y demonios""El código Da Vinci") en la fotografía consigue expresar una Brooklyn muy colorida y conecta de manera muy satisfactoria con el ambiente nerd que rodea la película. Junto con una banda sonora que si bien no es tan potente como en los anteriores films del superhéroe, aparece en los momentos clave y se acopla al humor de la trama. Destacan temas conocidos como Blitzkrieg Bop de Ramones Time To Pretend de MGMT fuera de las composiciones de  Michael Giacchino ("Rogue One", "Jurassic World" o "Zootrópolis").

En conclusión “Spider-Man: Homecoming” no es la mejor película de Marvel y tampoco esta por encima de la trilogía de Sam Raimi, pero es un buen punto de partida para el trepamuros. Un film divertido, sin grandes pretensiones que convece, sobre todo, por un Tom Holland que consigue darlo todo cuando se pone el traje del arácnido. No es perfecta, tiene sus más y sus menos, pero lo que estoy seguro es que a poco que os guste el superhéroe, os va ser muy divertida. Por mi parte, muchas ganas de ver evolucionar este nuevo Hombre Araña dentro del Universo Cinematográfico de Marvel, que todo apunta a que le queda mucho camino por delante. ¡Nos leemos!



martes, 16 de mayo de 2017

ALIENT: COVENANT


Os voy a ser sincero, me gustó Prometheus, es una película que no puedo recomendar, dejaba demasiadas cosas en el aire, tenía un ritmo demasiado lento y seguía arrastrando los tropos del cine de terror/ciencia ficción de siempre, pero a pesar de todo, tenía alma. Prometheus dividió al público y a los fans, Ridley Scott ha vuelto para contentar a unos y otros, y por el camino, esta vez, se ha traído unos viejos conocidos: los xenomorfos.

Alien: Covenant se desarrolla en el año 2104, diez años después de los sucesos de Prometheus y la desaparición de la doctora Elizabeth Shaw, la trama gira alrededor de la tripulación de la Covenant, que tras un fatídico accidente en su viaje hacia el planeta Origae-6, donde supuestamente están dadas las condiciones idilicas para empezar una colonia (además de mujeres y hombres, transportan hembriones). Se cruzan con un paraíso inexplorado que resulta ser un mundo hostil, oscuro, muy diferente de lo que habían imaginado. 

Se que se nota que es una película puente entre Prometheus y Alien, el octavo pasajero, heredera matices de ambas y las resuelve con acierto. Quizás es lo mejor del guión de John Logan y Dante Harper, consigue darle sentido a gran parte de lo planteado en Prometheus y vuelve a los orígenes de la saga, aunque por el camino pierde gran parte de la carga filosófica que caracterizaba a la precuela, es más Alien que Prometheus. El discurso divino sobre la creación sigue estando ahí, pero se ha rebajado el tono, es menos sofisticado y más artificial. 

Ocurre lo mismo cuando la película se adentra en terrenos inexplorados, como los neomorfos o los nuevos detalles de la mitología de la saga, no se exploran y se quedan en lo evidente, sin dar ningún tipo de estimulo argumental. Todo sucede de una forma más o menos predecible, es un mal que arrastra toda la película que impide que en los mejores momentos vaya más allá de ser puro entretenimiento. No es algo molesto, se agradece cuando la película huye de la gravedad y apuesta por la acción, pero es demasiado mecánica y genera cierta sensación de deja vu, es en estos momentos cuando la conexión con  Alien, el octavo pasajero es más fuerte, pero a diferencia de la cinta original, aquí los xenomorfos no nos sorprenden, ya los hemos viso muchas veces y se han convertido en un cliche del género.

Destaca la buena actuación de Michael Fassbender, la profundidad emocional e intelectual con la que el actor interpreta a los dos androides-Walter y Deivid-, da como resultado alguna de las mejores escenas con las que cuenta la película, que casualmente son las más conexión tienen con Prometheus, sin duda, el alma de la película. Por contrapartida, el resto de personajes están huecos, más que astronautas parecen simples cebos puesto ahí para los xenomorfos. Katherine Waterson, pese a ser la protagonista, queda relegada a un segundo plano, hace todo lo que cabría esperar de la típica heroína de turno: intentar luchar contra el desastre, entiende lo que esta pasando y es la única que puede afrontarlo. Pese a que es inteligente y tiene recursos no consigue tener la fuerza de Ripley, y queda por debajo de Elizabeth Shaw de Prometheus. El principal problema de de los tripulantes de la Covenant, no es que no recordemos sus nombres, sino que se centran demasiado en sus tragedias personales sin que esto tenga una continuación real o afecte realmente al desarrollo.

El despliegue audiovisual es enorme, se nota que hay un gran presupuesto detrás, destaca el uso de exteriores, las tonalidades frías, los diseños de los nuevos alien y el impresionante uso de CGI, estamos ante un planteamiento visual, que sin ser rompedor o sobresaliente, es eficaz y consigue transportarnos al futuro no muy lejano que propone la película. A nivel sonoro, Jed Kurzel -Assasin's Creed, Macbeth, Son of a Gun- sabe acompañar los momentos de tensión con las  melodías clásicas de la franquicia, sin ser nada rompedor, consigue un efecto convincente y atrapa al espectador. 

En definitiva, Alient: Covenanrt no es la nueva joya que muchos estábamos esperando, es entretenida, visualmente una maravilla y más solida que su predecesora, pero por el camino ha perdido esa chispa de originalidad que tenía Prometheus, para nada revolucionaria o rupturista. Echo de menos toda esa locura que rodeaba a su predecesora, tendría muchos fallos y era demasiado pesada en ciertos puntos, pero era reconocible. Aunque entiendo que no todo el mundo tiene mis gustos, y si nos limitamos a analizar Alient: Covenanrt en el contesto del Hollywood actual, no es un mal producto, ofrece grandes momentos de disfrute (y de sustos) y cuenta con todos los elementos que un seguidor de Alien quería ver en la gran pantalla.




lunes, 1 de mayo de 2017

GHOST IN THE SHELL: EL ALMA DE LA MÁQUINA


Nunca me he considerado Otaku aunque me gusta leer manga y anime, soy esa clase de persona que prefiere el libro antes que la película, porque por norma general hay cosas que son difíciles de adaptar y por el camino se suelen perder matices. Sin embargo, tenía ganas de ver esta película en el cine y que mi novia conociera Ghos in the Shell, aunque no se si el experimento salió muy bien...

La cinta de Rupert Sanders, director de películas como Blancanieves y la leyenda del cazador, cuenta la historia de Meera, una mujer que tras ser rescatada de un naufragio es sometida a una operación quirúrgica para trasplantar su cerebro en un cuerpo artificial superdotado con habilidades sobrehumanas. Al mando de la Sección 9, un grupo de agentes de élite, lucha contra el ciberterrorismo y los crimenes tecnologicos. Cuando la Mayor  inicia la búsqueda para detener a un fanático hacker que quiere poner fin con los avances tecnológicos, Meera se ve inmersa en una serie de intrigas policiales y secretos que la podrán en peligro y la harán dudar de todo incluso de si misma. 

Aunque Ghost in the Shell: El alma de la máquina utiliza la película original para componer su historia, lo cierto es que el resultado es bastante diferente. El personaje de Scarlett Johansson, poco o nada tiene que ver con Motoko Kusanagi (por cambiar, le han cambiado hasta el nombre), hasta el punto de que es el pasado el eje central de la historia; y no el futuro o lo que le depara a la Mayor, que en el film original esto era clave. Cambiar el trasfondo de la protagonista y sus motivaciones no tendría que suponer un problema, siempre y cuando la historia elegida sea interesante. La cuestión es que el resultado queda diluido en una amalgama de secuencias de acción que calcan escenas de Ghost in the Shell: Arise y Ghost in the Shell: Stand Alone Complex  pero si sin ningún tipo de sentido y todo entremezclado como si fueran una simple excusa para desplegar todo el potencial de los efectos especiales.

El principal problema no es que el guión sea la típica historia de androide que clama venganza a sus creadores sino la falta de coherencia narrativa, no es una película con una continuidad definida a pesar que la historia es muy simple. Los temas que trata (el pasado de Meera, la robotización de la sociedad, la corrupción, etc...) lo hace de manera superficial porque no hay espacio para el desarrollo en pos de una acción reincidente para entretener al público joven obviando por el camino lo que hacía grade la película original: el existencialismo, la conciencia del ser o la tecnología bajo el capitalismo. Por no hablar de las inconcluencias o vacíos en el guión:¿Por qué Aramaki habla en japones? ¿De dónde sale el tachikoma? o ¿Por qué todo el mundo tiene implantes si se supone que es tecnología de vanguardia y no al alcance de todos?

Lo más desaprovechado del film son los personajes secundarios, como por ejemplo Togusa, que todo lo que hace que sea humano en la adatación de anime aquí es un simple cliché con patas, o el desaprovechado Takeshi Kitano, que aparece sin pena ni gloria de vez en cuando para poder avanzar el guión. Scarlett johansson luce espectacular como Meera( en gran medida por el esfuerzo de la actriz), pero el uso excesivos de mononosílabos, los diálogos forzados o la frialdad de sus movimientos hacen que el resultado interpretativo no sea del todo satisfactorio. El resultado coral deja bastante que desear y poco o nada tiene que ver con la carismática sección 9.

Por último cabe destacar el gran despliegue audiovisual con el que cuenta la película, quizás demasiado excesivo, e incluso hortera, en algunos momentos, con tatas luces de neon, colores, fluorescentes y pantallas junto con un abundante uso del primer plano se consigue crear imágenes que si bien, no son un desastre no consiguen superarse. Destaca el papel de Clint Mansell (Requiem por un sueño, Cisne negro...) a cargo de la banda sonora y los efectos de sonido que consiguen ambientar bastante bien el conjunto.

Ghost in the Shell fue una de las películas más influyentes de la época, un montón de obras beben directamente de ella como Matrix. Es una película clave para entender el género y la evolución del cyberpunk dentro del cine. Esta nueva adaptación es más simple, supongo que cuando tienes que invertir más de 100 millones de dólares en un proyecto como este, tienes que llegar a un público masivo. Busca ser trascendental pero no deja de ser una cinta artificial, occidentalizando todo aquello que tenga que ver con lo japones intentando crear una composición visual impactante, como en el anime pero que se queda en tierra de nadie.

Mi recomendación es que si no queréis ir al cine a ver Ghost in the Shell: El alma de la máquina por lo menos aprovechar para la película original, que a pesar de tener 22 años, a día de hoy sigue siendo una de las películas más vanguardistas de la animación japonesa. Por mi parte estoy muy contento, he conseguido engañar a mi novia para que vuelva al cine conmigo otra vez, y con suerte veremos Ghost in the Shell: Stand Alone Complex  en casa. La próxima vez le toca elegir a ella, ¿lo bueno? es que seguro que tiene mejor gusto que yo.




martes, 9 de agosto de 2016

ESCUADRÓN SUICIDA (Suicide Squad)

Ayer volví a ir al cine, supongo que al igual que muchos allí presentes con poco o nada de esperanza para ver la última adaptación a la gran pantalla del universo de DC,solo buscaba una escusa para salir de casa e inflarme a palomitas y bueno, la cosa es que lo hice y tampoco salio tan mal, ¿no? 


Escuadron Suicida arranca tras los sucesos narrados en Batman vs Superman.  Amanda Waler (Viola Davis), un alto mando de la inteligencia estadounidense, teme por la seguridad de su país y el descontrol de los últimos actos de los superheroes, así que convencida de que los metahumanos (superhumanos con poderes) son el siguiente paso en la escalada bélica, reúne a un grupo de peligrosos criminales con poderes y habilidades únicas para servir de unidad de apoyo a los EEUU a cambio de limpiar sus expedientes. 

La película empieza genial, se nos presenta mediante escenas dinámicas y divertidas a los distintos personajes principales conociendo su personalidad y motivaciones, tienen carisma y su relación es efectiva y se desarrolla de manera más o menos natural. La química entre Deadshot (Will Smith) y Harley Quinn (Margor Robbie) es de lo mejor de la película, El problema es que hay actores más importantes que otros. Deadshot y Harley Quinn son los protagonistas de la pelicula y eso se refleja en el tiempo que se les dedica en la presentación, por contra, el resto de personajes no llegan a desenvolverse, siendo en ocasiones su presencia testimonial y simples elementos para hacer avanzar el guión. 

Además está el Joker, Jared Leto se esfuerza por hacer una buena interpretación, pero ni su empeño ni su papel en la película le hacen justicia. Y es que ni es el villano, ni un personaje principal, ni siquiera un personaje que aporte realmente algo a la trama, a excepción de su romance con Harley Quinn, da la sensación que es un simple cebo para lanzar la siguiente pelicula del DC Universe.  Por otro lado, tenemos una excelente Amanda Wallen, interpretada por Viola Davis que sabe darle ciertos matices para interpretar un papel redondo. Pero es sin duda Margot Robbie quien más brilla en toda la película. Realmente ha sabido captar al personaje, es la Harley Quinn que los fans queríamos ver en la pantalla, con sus gestos, sus miradas pícaras y su caracter impredecible y alocado. Todo el tiempo que está en pantalla consigue ser la protagonista, y cuando no esta se la echa de menos

El guión y la trama por momentos es torpe e incoherente, rozando en algunos momentos lo absurdo, frente a un dramatismo en algunas escenas que queda demasiado forzado. Por no hablar de los chistes y gags, se nota que hay un esfuerzo detrás por hacer una película más ligera que Batman vs Superman, pero los chistes se quedan a medio camindo y al final solo sirven para entorpecer el ritmo de la trama, en la mayoría de ocasiones, son demasiado blandos, y en una película tan gamberra (o por lo menos como se presenta al principio) un humor más bizarro le habría sentado muy bien, se toma demasiado en serio a sí misma y no deja de ser predecible. 

Por no hablar de la sensación de que no hay un riesgo real en toda la película, no hay necesidad de urgencia y es más, llegado a cierto punto de la película, por momentos, no sabemos que está haciendo el villano ni por qué ocurre lo que ocurre. Esto es por culpa del mayor problema de la película: el montaje. Tras un arranque lento pero prometedor, la cinta comienza una caida en picado, con un extremo cambio de tono. Volvemos a a ver algunos de los errores cometidos en Batman vs Superman con un montaje realmente extraño, que no acaba de desarrollar ni concretar aspectos del argumento y que contradice su discurso canalla con un planteamiento buenrollista al acabar el film. Y para rematar, un final de lo más previsible que no acaba de tener sentido

Lo peor de la película no es que tenga un villano insulso y apenas recordable, sino la sensación de haber perdido la oportunidad de haber hecho una buena pelicula alocada, con gancho y con unos personajes carismáticos, en pros de hacer un producto Poochie (los que utilicéis los Simpson para referenciar casi todo me entenderéis...), de consumo rápido y escasas aspiraciones. En fin, ¿Recomiendo ir a verla al cine? Bueno, tu piensa en el combo de palomitas y cocacola y el aire acondicionado, y que el resto de mortales estará sudando como cerdos de aquí allá, bueno así no duele tanto...




domingo, 29 de mayo de 2016

ANT-MAN



Después de ver Capitán America: Civil War me entro curiosidad por ver la película del último superhéroe en entrar en las fila de los vengadores: Ant-Man. Apenas conocía nada de este personaje, y me he sorprendido con un film fresco, divertido y perfecto para estas tardes de estudio antes de los examenes finales...

Paul Rodd interpreta a Scott Lang, un delincuente de poca monta que tras abandonar la cárcel, recibe una llamada del misterioso Dr. Hank Pym (Michael Douglas) para realizar un trabajo especial. El científico suministra al joven un super traje, que le otorga la capacidad de reducir su tamaño al de un insecto, al tiempo que aumenta considerablemente su fuerza. Con esta nueva arma en su poder, Scott tendrá que decidir si ponerse el traje de Ant-Man o no para convertirse en el héroe necesario para salvar al mundo y su familia.



Resulta curioso que un director como Peyton Reed, conocido por dirgir peliculas de comendia como Di que sí o A por todas, tome las riendas de una película como Ant-Man, superhéroe desconocido para la mayoría de los fans del universo cinematográfico de Marvel, no hablo de cómics, sino de gente como yo, que al igual que Guardianes de la galaxia, son películas desconocidas para el público en general y que han resultado ser una sorpresa absolutamente inesperada sobretodo partiendo de que sus tráilers no enseñan nada fuera de lo normal y aunque no me parece lo mejor de la compañía, reconozco el valor y el riesgo a la hora de exponer un nuevos superheroes al público. 

Sería un error comparar la cinta con las dos entregas de Los vengadores, no tiene esa espectacularidad y grandilocuencia que desprenden estas (ni tampoco el presupuesto), pero si la compararía con la primera de Ironman, Hulk o Thor sale bien parada. Paul Rudd, actor que hasta ahora solo había hecho comedias, sorprende y divierte, hace reír al igual que Michael Peña, que a pesar de que en algunos momentos puede resultar algo cargante, deja momentos destacables. La historia es pequeña y poco habitual en cuanto a lo visto en el terreno superhéroes.

Sin embargo, aunque es mejor de lo que me esperaba, no llega a destacar en nada. Me había gustado ver una película más arriesgada, tiene potencial y dispone todos los elementos para hacerlo, pero da la sensación que la película se desarrolla con el freno echado, para no salirse de lo de lo establecido, no se atreve a pulsar a fondo el acelerador y ser mucho más demencial y transgresora.



Tampoco ayuda mucho que la primera parte del guion nos haga pasar por el demasiado habitual peaje de secuencias de transición para ver cómo el héroe entrena y se adapta a sus superpoderes obtenidos, esta vez ,no por la picadura de un insecto radiactivo, la exposición a rayos gamma o un experimento fallido, sino por un ingenioso súper traje. Sí, entiendo que, en ¿la primera entrega de una nueva saga?, sea necesario dicho impuesto revolucionario, pero está tan, tan trillado, que puede resultar un tanto frustrarte.

De todos modos no es una mala película, desde el momento que arranca ya estamos metidos en ella y, sobre todo, por esa música de ritmos latinos, se hace divertida y 
amena. La fotografía de Russell Carpenter tampoco está nada mal, en las escenas en las que Ant-Man se vuelve hormiga, la forma en las que están grabadas, visualmente se vuelven bastante espectacular, y las actuaciones en el reparto están bastante bien. Al final, tengo la sensación de que es un problema de saturación (y es que aún no hemos terminado de digerir una y ya nos están bombardeando con los tráilers de las siguientes) que de calidad. Sin ser la película más rompedora y original, tenemos un film muy divertido donde Paul Rodd es puro amor. <3





domingo, 22 de mayo de 2016

CAPITÁN AMÉRICA: CIVIL WAR

Es curioso que esta película llegue después de Batman V, Superman: El amanecer de la Justicia, una película empeñada en ser tan oscura, dramática y forzadamente épica que todo se volvía en su contra. Y es que nos volvemos a encontrar en una lucha de iconos: Iron Man y Capitan America, pero esta vez en un conflicto más terrenal y palpable, en una orgía de egos, justicia y acción.


La nueva película de Marvel, dirigida por los hermanos Russo , enfrenta a Iron Man y Capitan America por el control o no de las acciones de los Vengadores y sus consecuencias. El Gobierno de Estados Unidos quiere retener a los superhéroes después de los estragos causados en Nueva York, Sokovia y Washington. La propuesta de que los Vengadores estén bajo supervisión no convence a Capitán América, que decide no firmar los Acuerdos de Sokovia. Esto desencadenará la escisión entre los que le apoyan y los que están del lado de Tony Stark.

Capitán América: Civil War es una secuela de los vengadores más equilibrada que Los Vengadores: La Era de Ultrón, y esto es porque además de acción, los personajes respiran y no se limitan solo a golpearse, y si es cierto que en el film de Joss Whedon había algo de esto, pero estaba estructurado de tal forma que parecía más artificial que orgánico. En Civil War se desenvuelve de una forma más natural, es bastante mejor en este sentido, además, va directamente al grano, y funciona casi siempre bien. 

Sin embargo, el conflicto central está muy poco centrado. Cada personaje va a lo suyo, Capitan America quiere recuperar al Soldado de Invierno e Iron Man quiere limpiar la imagen de los vengadores. En el comic, la distensión de los superhéroes nace por el registro de cualquier persona con habilidades mutantes, su control por parte del estado y su obligación a servir a sus órdenes. No obstante, en la película, unos van por el registro y otros porque hay una conspiración, hablan dos leguajes distintos, y esto afecta duramente al desarrollo de la trama.  El problema en el fondo está en que es una película sobre perspectivas, pero al final del mensaje nadie se equivoca.

Aunque el conflicto central pasa a un segundo plano, la película gana carisma gracias a sus personajes. Hay una docena de héroes más o menos, ya presentados en películas anteriores, y aun así saben darle un desarrollo palpable, no muy extenso, pero si visible. Mención especial para las nuevas incorporaciones de los vengadores: Ant-Man, Spiderman y Pantera Negra, para mí son lo mejor de la película, tanto por su interpretación como por cómo han sabido encajarlos dentro de la trama y crear un background interesante para sus films.  La única contrapartida en este aspecto es la presencia de un villano superfluo. Su papel queda desaprovechado, y da la sensación que simplemente pasaba por ahí.

Al fin de cuentas, Civil War no deja de ser una película de acción, y en ese aspceto, el trabajo de los hermanos Russo es impecable, una autentica coreografía de puñetazos, patadas, vuelos y explosiones desde el minuto cero. Lo mismo ocurre con la música de Henry Jackman, que acompaña muy bien las escenas en cada momento, o la fotografía de Trent Opaloch, que pese a que hay momentos en los que la cámara se mueve muchísimo, se puede entender bien lo que ocurre en todo momento.

Por último añadir (esto no es una crítica en exclusiva a esta película, sino que podría aplicarse a todo el universo de Marvel Films), es la poca contundencia o dramatización que hay en la película, no deja de ser un producto poco arriesgado, que gustará a los fans por los continuos guiños al comic, pero que no avanza en la construcción de un cine de superhéroes más maduro (tampoco que muera Capitán América o Iron Man, lógicamente), pero la muerte de algún personaje le habría dado un mayor dramatismo al conjunto de la obra.

Es cierto que tiene muchas cosas cuestionables, pero a fin de cuentas esto no invalida sus muchas virtudes, y la más evidente la tenemos en la propia sala del cine, el hecho de que durante dos horas y media no podemos despegar la vista de la pantalla porque estamos tan inmersos, en ese mundo, y tan metidos, en estos personajes, que nos da igual todo.












martes, 10 de mayo de 2016

DEADPOOL

Seamos sinceros: Nadie se esperaba el exito de Deadpool. Todos creíamos que solo la iríamos a ver un par de frikis amantes del gore y el humor negro. La película ha resultado una sorpresa en taquilla, cosa que me alegra bastante ya que tiene potencial para una secuela.

Deadpool narra las aventuras de Wade Wilson, un mercenario que tras contraer cáncer y ser sometido a un terrible experimento, adquiere poderes de curación y nuevas habilidades, que lo harán convertirse en el antihéroe más gamberro de Marvel: Deadpool. Junto con un su pelculiar sentido del humor, Deadpool, tendrá la misión de dar caza al hombre que casi destruye su vida y le ha convertido en el mutante que es. 

La película se desarrolla en dos tiempos, en el presente y lo que ocurrió dos años antes cuando Wade Wilson se convirtió en Deadpool. En este aspecto, es el típico film que cuenta el origen del personaje y poco a poco va desvelando el drama hasta dejar caer el desenlace en bandeja. Lo que diferencia a Deadpool del resto de películas de Marvel es su sentido del humor, no es la típica película con un protagonista cabreado con el mundo y que está continuamente deprimido, todo lo contrario, a pesar que hay algún momento dramático, es una película que es feliz de existir, como una celebración del cine de superhéroes, y esto es lo que la hace distinta, como pasaba con Guardianes de la Galaxia, de James Gunn, película con la que guarda algún parecido en cuanto al tono.

Deadpool es la película de superhéroes que están esperando todos aquellos que está hartos de de películas de superhéroes. No se toma en serio en ningún momento, la cinta tiene conciencia de que es una película y no te vende nada más que no sea puro entretenimiento ácido y gamberro, pero muy adulto. Es un film que se comunica con el espectador, que habla directamente con él, rompiendo la cuarta pared constantemente. Deadpool se mofa y hace bromas sobre infinidad de temas y cuestiones que son vigentes a día de hoy, tales como los superheores, la sexualidad o la industria palomitera de Hollywood.

El director, Tim Miller, que hasta el momento solo había producido un par de cortos animados, ha hecho un trabajo acertado a cuanto dirección, puntos de vista y decisiones de enfoque. El diseño estético de la película se ha hecho para que sea fiel al del cómic. Destaca la fotografía de Ken Seng, está a muy buen nivel, presentando unos escenarios muy grisáceos, con un buen contraste de tonos rojos, tanto en la sangre como en la acción y el traje de Deadpool.

Al igual la banda sonora, despuntan un par de temas estilo hiphop que le pegan muy bien al carisma de la pelicula. Sobresale Ryan Reynolds como Deadpool, es un tipo simpático, con carisma, que cae bien y sabe decir la frase correcta en el momento oportuno. Los secundarios simplemente se limitan a cumplir su papel, como es el caso de Morena Beccarin, que pasa por una actuación algo discreta y cumple su rol de tía buena. Por desgracia, lo más flojo de la película es el villano, un apartado que esta siendo demasiado descuidado por las películas de Marvel, no se profundizada en el lo suficiente, y no están a la altura del resto de componentes.

El guión esta algo sobrecargado en cuanto a gag, humor y referencias, pierde fuelle en los ultimo minutos y no sabe alcanza el climax. Pero pese a todos los fallos, funciona muy bien como comedia, a pesar de su extructura un tanto extraña. Es una película necesaria, hace escuela a la hora de contar historias de superheroes con un enfoque más adulto, por lo que respecta al humor y las imágenes explicitas que se muestran en pantalla. No es una película para niños, es la películas para el niño que todos llevamos dentro, o al menos así es como me la han vendido. Muy recomendable.