Paul Rodd interpreta a Scott Lang, un delincuente de poca monta que tras abandonar la cárcel, recibe una llamada del misterioso Dr. Hank Pym (Michael Douglas) para realizar un trabajo especial. El científico suministra al joven un super traje, que le otorga la capacidad de reducir su tamaño al de un insecto, al tiempo que aumenta considerablemente su fuerza. Con esta nueva arma en su poder, Scott tendrá que decidir si ponerse el traje de Ant-Man o no para convertirse en el héroe necesario para salvar al mundo y su familia.
Resulta curioso que un director como Peyton Reed, conocido por dirgir peliculas de comendia como Di que sí o A por todas, tome las riendas de una película como Ant-Man, superhéroe desconocido para la mayoría de los fans del universo cinematográfico de Marvel, no hablo de cómics, sino de gente como yo, que al igual que Guardianes de la galaxia, son películas desconocidas para el público en general y que han resultado ser una sorpresa absolutamente inesperada sobretodo partiendo de que sus tráilers no enseñan nada fuera de lo normal y aunque no me parece lo mejor de la compañía, reconozco el valor y el riesgo a la hora de exponer un nuevos superheroes al público.
Sería un error comparar la cinta con las dos entregas de Los vengadores, no tiene esa espectacularidad y grandilocuencia que desprenden estas (ni tampoco el presupuesto), pero si la compararía con la primera de Ironman, Hulk o Thor sale bien parada. Paul Rudd, actor que hasta ahora solo había hecho comedias, sorprende y divierte, hace reír al igual que Michael Peña, que a pesar de que en algunos momentos puede resultar algo cargante, deja momentos destacables. La historia es pequeña y poco habitual en cuanto a lo visto en el terreno superhéroes.
Sin embargo, aunque es mejor de lo que me esperaba, no llega a destacar en nada. Me había gustado ver una película más arriesgada, tiene potencial y dispone todos los elementos para hacerlo, pero da la sensación que la película se desarrolla con el freno echado, para no salirse de lo de lo establecido, no se atreve a pulsar a fondo el acelerador y ser mucho más demencial y transgresora.
Tampoco ayuda mucho que la primera parte del guion nos haga pasar por el demasiado habitual peaje de secuencias de transición para ver cómo el héroe entrena y se adapta a sus superpoderes obtenidos, esta vez ,no por la picadura de un insecto radiactivo, la exposición a rayos gamma o un experimento fallido, sino por un ingenioso súper traje. Sí, entiendo que, en ¿la primera entrega de una nueva saga?, sea necesario dicho impuesto revolucionario, pero está tan, tan trillado, que puede resultar un tanto frustrarte.
De todos modos no es una mala película, desde el momento que arranca ya estamos metidos en ella y, sobre todo, por esa música de ritmos latinos, se hace divertida y amena. La fotografía de Russell Carpenter tampoco está nada mal, en las escenas en las que Ant-Man se vuelve hormiga, la forma en las que están grabadas, visualmente se vuelven bastante espectacular, y las actuaciones en el reparto están bastante bien. Al final, tengo la sensación de que es un problema de saturación (y es que aún no hemos terminado de digerir una y ya nos están bombardeando con los tráilers de las siguientes) que de calidad. Sin ser la película más rompedora y original, tenemos un film muy divertido donde Paul Rodd es puro amor. <3